El estudio de los indicadores materiales del procesamiento y consumo de los animales es un campo de indagación arqueológica que fue creciendo e innovándose desde que Binford y otros arqueólogos pioneros plantearan el tema desde una perspectiva actualística. La impronta que han tenido los diversos marcos de referencia usados para recrear dichos aspectos fue decisiva en la ampliación de los estudios zooarqueológicos en general, que pronto superaron la lista de especies o las inferencias paleoambientales para volcarse a revelar los aspectos comunes en el procesamiento de los animales. La búsqueda de estas regularidades, dictadas tanto por la estructura anatómica de las presas como por los intereses humanos en un grupo básico de productos (carne, grasas y pieles) se convirtió en un elemento común de los análisis de restos óseos en contextos arqueológicos. Pero rápidamente, los estudios también comenzaron a dar cuenta de las particularidades del procesamiento y consumo, relacionadas fundamentalmente con las prácticas culturales. Tal como señala Mariana De Nigris (2004) en la introducción de su tesis, uno de los trabajos más citados sobre esta problemática a escala local, “Nos alimentamos para satisfacer un requerimiento orgánico común a todos los seres humanos. Sin embargo, las formas de cumplir con esta necesidad básica varía considerablemente”. Preguntas tales como si es posible dar cuenta de diferencias sociales o si se pueden identificar festines a través del registro óseo abrieron el campo a la inclusión de otros marcos teóricos. Posiblemente, la prolongada trayectoria en el desarrollo de estos estudios brinda la falsa impresión de que está todo dicho al respecto. No obstante, consideramos que es un área en la que aún se realizan aportes que vertebran buena parte de los estudios zooarqueológicos en nuestro medio. De allí la convocatoria a este Simposio, que tiene por objetivo reunir presentaciones que reflexionen acerca de la creación y uso de herramientas teórico metodológicas y el desarrollo de nuevas estrategias de investigación sobre el procesamiento y consumo de los animales en el pasado. La propuesta es amplia y pretende ser inclusiva, en concordancia con la gama de abordajes y preguntas implementadas en el estudio de este “básico” pero a la vez complejo modo de relacionarnos con los animales.